- Los sistemas se activan cuando el vehículo alcanza cierta velocidad, generalmente a partir de 60 km/h, aunque se puede desconectar
En 2014, según datos de la DGT, se produjeron 13.314 accidentes con víctimas por salida de vía, 383 de los cuales fueron mortales y produjeron 476 fallecidos. En este tipo de accidentes, la distracción es uno de los factores causantes que se presenta con mayor frecuencia. Los sistemas de aviso de cambio involuntario de carril (y su evolución, los sistemas de asistencia de mantenimiento en carril) tienen como fin paliar las distracciones del conductor para evitar este tipo de accidentes. Para ello, tratan de predecir aquellas situaciones en las que el vehículo va a abandonar de manera involuntaria el carril por el que circula (la involuntariedad se identifica en general mediante la ausencia del uso del intermitente, aunque se pueden emplear otras señales complementarias como el estado de la dirección, o el uso de los pedales de acelerador o freno), y avisa al conductor de este hecho. En los sistemas más avanzados, de manera adicional, puede ser el vehículo el que tome el control y efectúe una maniobra para corregir la trayectoria y devolverlo al carril.
Se activan a cierta velocidad
Se trata de sistemas que no están continuamente funcionando, sino que se activan cuando la velocidad del vehículo alcanza valores de velocidad normal de circulación en carretera; esto es, en general, a partir de 60 km/h, aunque el sistema es desconectable.
En todo caso, es necesario que existan las líneas de delimitación de carril para que los sistemas funcionen. Además, su precisión se reduce cuando dichas líneas se hallan en mal estado o cubiertas por nieve o barro o con visibilidad reducida (lluvia, noche…)
Dos formas de avisar
En el caso de que el sistema prevea que va a existir un cambio involuntario de carril, avisa de dos maneras:
– Advertir al conductor.- Del abandono del carril mediante avisos luminosos, señales sonoras, vibraciones en el volante o en el asiento. En este caso, el vehículo no efectúa ninguna maniobra para tratar de mantener la trayectoria correcta.
– En los sistemas más avanzados.- (Sistemas LKAS, Lane Keeping Assistance Systems, Sistemas de Asistencia de Mantenimiento en Carril) el propio vehículo toma la responsabilidad, efectuando maniobras correctoras para advertir al conductor de que está abandonando el carril o para tratar de mantener el vehículo dentro de éste, recuperado la trayectoria. Para ello, actúa sobre el sistema de frenos, frenando las ruedas opuestas para provocar una ‘guiñada’ contraria (a semejanza de cómo actúa un sistema de control de estabilidad) o sobre la dirección eléctrica, girando el volante. Estos sistemas no realizan maniobras que impliquen fuertes giros, sino que su actuación es gradual, con lo que no son aptos para situaciones de emergencia.
TRES TECNOLOGÍAS BÁSICAS
Este sistema de aviso de cambio involuntario de carril está integrado con el resto de sistemas de seguridad del vehículo y, por tanto, las tecnologías que emplea para identificar la situación de abandono de carril suelen
compartirse con otros dispositivos de seguridad. Existen tres tecnologías principales que se emplean para detectar esta situación de abandono de carril:
– Basada en sensores de luz infrarroja. Este tipo de sensores suelen ir ubicados en los bajos de los vehículos y orientados hacia el suelo. Captan la luz infrarroja reflejada por la pintura reflectante de las líneas que
delimitan los carriles.
– Basada en imágenes captadas por una videocámara. Ubiada en el vehículo, generalmente bajo el retrovisor interior y en su procesamiento digital. Este tipo de tecnología permite una predicción precisa del abandono del carril, permitiendo la anticipación del sistema antes de que se produzca de manera efectiva.
– Basada en láser. Consiguen un gran alcance y buena precisión, y suele estar compartido con otros sistemas (detección de peatones, control de crucero adaptativo…)